Se hallan nuevos restos arqueológicos en la antigua iglesia de Santo Tomás

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El Consistorio local vuelve a apostar por la recuperación de patrimonio, con el objetivo de conocer mejor y completar la historia de esta Ciudad Patrimonio de la Humanidad.

La alcaldesa de Úbeda, Antonia Olivares, ha visitado los restos arqueológicos hallados en la Iglesia de Santo Tomás, situada en la calle Navarro nº 5 y que se están poniendo en valor a través del Programa de Fomento de Empleo Agrario 2019.

Como ha manifestado la regidora local, hoy era una día para estar de enhorabuena, puesto que Úbeda vuelve a apostar por la recuperación de yacimientos arqueológicos que hablen y completen la historia de esta ciudad.

Así, Olivares ha incidido en que este equipo de gobierno ha apostado desde el primer momento por la recuperación del patrimonio histórico y monumental, con el fin de seguir creciendo como Ciudad Patrimonio de la Humanidad.

En este sentido, la alcaldesa ha comentado que la Gradeta de Santo Tomás se trata de un espacio con un alto valor arqueológico y desde el Ayuntamiento de Úbeda ya se tenían perspectivas de encontrar grandes hallazgos y así ha sido.

Antonia Olivares ha recordado que ya el año pasado se invirtió una parte del PFEA para comenzar los trabajos de limpieza y desbroce. Este año, ha continuado explicando, se ha invertido un total de 102.560 euros, realizado 50 contrataciones -6 oficiales y 44 peones-, durante 155 días, lo que ha supuesto 775 jornales.

La intención, por parte del equipo de gobierno, es seguir profundizando en estos hallazgos, puesto que los indicios, como ha resaltado la regidora ubetense, es que posiblemente se encuentren otras “joyas” dentro de la Gradeta de Santo Tomás. “En ese camino vamos a seguir de cara al futuro”, ha comentado.

Trabajos actuales
En cuanto a los trabajos que se están desarrollando actualmente, destacar que se está llevando a cabo una puesta en valor y una recuperación del espacio, que consiste en el desbroce y limpieza del recinto de trabajo, además de la retirada de escombros que cubren la planta de la iglesia.

Tras ello, se ha procedido al proceso de excavación arqueológica para determinar las distintas fases arquitectónicas que se suceden desde el siglo XIII hasta 1843 en este espacio.

Como resaltan desde el Servicio Urbanístico del Ayuntamiento, este proceso de investigación es imprescindible para poder abordar, en siguientes fases, la consolidación, restauración y protección de las estructuras, con el objetivo de que en el futuro puedan convertirse en un nuevo recurso turístico de esta Ciudad Patrimonio de la Humanidad, expuesto a la ciudadanía ubetense y los visitantes, así como un elemento dinamizador del barrio.

BREVE RESEÑA

Esta iglesia es una de las más antiguas de Úbeda. Su construcción se puede remontar a la segunda mitad del siglo XIII, tras la toma de Úbeda en 1233. Constituía una de las parroquias más importantes y ricas de la ciudad, puesto que en sus calles residían importantes familias de Úbeda, como los Orozco, los Cueva o los Aranda.

En el siglo XVI Francisco de los Cobos, tras obtener permiso del Obispo de Jaén, edifica en la iglesia una gran capilla funeraria a su padre Diego de los Cobos. La construcción de esta capilla que contaba con sacristía y coro, supuso una gran reordenación del ala sur de la iglesia.

A partir del siglo XVII la iglesia entra en decadencia, debido a la despoblación que se produce en esta parroquia, al trasladarse gran parte de su vecindario hacia los nuevos barrios que comienzan a expandirse en el noroeste de Úbeda, en torno al Hospital de Santiago y San Isidoro. La progresiva decadencia de la iglesia de Santo Tomás, determina en 1843 su desamortización y cierre, trasladándose sus bienes a la Iglesia de San Pablo.

A finales del siglo XIX la iglesia está prácticamente derruida y expoliada, y en su solar comienzan a construirse viviendas para familias de escasos recursos. En 1951 se realizó la última demolición de los restos de la iglesia para la construcción de nuevas viviendas sociales.

La explanación de los escombros procedentes de la demolición de esta iglesia (que se hizo con objeto de construir las viviendas sociales), permitió que hoy se conserve la planta completa de la iglesia, poniendo de manifiesto, además del valor monumental y artístico que encierran las estructuras localizadas, el alto valor histórico y científico que mantiene este solar al ofrecer la posibilidad de recuperar una parte desconocida de la historia de este barrio y de la ciudad, que a la vez contribuirá a su dinamización.