La Guardia Civil desarticula una organización delictiva especializada en estafas a taxistas. Su principal característica es el uso de nuevos sistemas de pago. En este hecho delictivo se explota la relación de colaboración y confianza existente entre este sector y las compañías aseguradoras.
La Guardia Civil, en el marco de las operaciones Fulmar- Dubra, detiene a M.U.M., de 28 años de edad y se imputan en calidad de investigados a N.M.M.C., de 48 años, M.A.R.R., de 60 años, S.B.M.P., de 24 años de edad y a D.J.L:S., de 19 años de edad, oriundos de Colombia, Cuba y República Dominicana, con residencia en la ciudad de Gijón (Asturias).
Los investigadores han desarticulado una organización delictiva, ubicada en Gijón (Asturias), especializada en la comisión de estafas dirigidas a profesionales del sector del taxi, procediendo a la detención de una persona y a la investigación de otras cuatro, como presuntos autores de delitos de blanqueo de capitales, falsedad documental, usurpación de
estado civil y estafa continuada, de la que resultaron víctimas taxistas
Esta información puede ser usada en parte o en su integridad sin necesidad de citar fuentes residentes en diferentes puntos de la geografía nacional, ascendiendo la
estafa a más de 65.000 euros.
Se les imputan hechos denunciados en diversas localidades de las provincias de A Coruña, Córdoba, Jaén, Lugo y Teruel.
– “MODUS OPERANDI” –
I.- ADQUISICIÓN DE INFORMACIÓN DE LA VÍCTIMA
La información en la que se basan las técnicas de engaño utilizadas, son obtenidas por la trama delictiva mediante ingeniería social a partir de datos recopilados de fuentes abiertas, especialmente la extraída de redes sociales, recababan datos de profesionales del sector del taxi de un lugar concreto y sus teléfonos de contacto, zona de trabajo, localidades próximas, vías de comunicación de la zona y aeropuertos más cercanos. Tratándose
en los casos investigados de estafas dirigidas a victimas concretas.
II.- EXPLOTACIÓN DE LA RELACIÓN DE COLABORACIÓN Y CONFIANZA EXISTENTE ENTRE EL SECTOR Y LAS ASEGURADORAS
Contactan con la víctima seleccionada mediante llamada telefónica, utilizando múltiples líneas telefónicas, dadas de alta con identidades falsas o usurpadas, por lo que también fue investigado el regente de un locutorio de Gijón que facilitaba estas altas fraudulentas de tarjetas telefónicas prepago utilizadas en la comisión de los hechos delictivos (en alguna
ocasión también se ha detectado el primer contacto a través de correo electrónico.
El engaño en el que se basan los estafadores radica en explotar la relación de colaboración y confianza existente entre las empresas de aseguradoras y el sector del taxi, donde miembros de la trama delictiva se hacen pasar por un empleado / corredor de la aseguradora solicitándole sus servicios para el traslado de un asegurado con algún tipo de incidente.
Usan la relación de confianza que existe habitualmente entre ambas partes, derivada de la habitual prestación del servicio de traslado con un mismo taxista y como complemento a esa actividad, en ocasiones la aseguradora acuerda que éste adelante / afronte el pago de alguna prestación del seguro a favor del usuario (noche de hotel, pago de billetes de avión de salida inmediata, facturación equipaje, etc.). El dinero que el taxista adelanta al
particular le será devuelto posteriormente por la compañía de seguros.
En el transcurso de la contratación del servicio, al taxista se le demanda una actuación inmediata. Les interesan realizar una “gestión urgente” que debe ser subsanada mediante el pago de una cantidad de dinero en concepto de sobrepeso de maletas, pago de billetes de avión y para ello se le insta a la compra de tarjetas / códigos de pago o a realizar ingresos a través de cajeros automáticos de entidades bancarias, concertadas con plataformas de pago, para poder dar solución a la vicisitud.
Dentro del proceso de engaño, la víctima remitirá los códigos obtenidos a la «supuesta» aseguradora.
Posteriormente consolidan el engaño ampliando la información desde una supuesta cuenta de correo corporativa de la aseguradora (simulada), aportando una serie de datos (como números de siniestro o de pólizas) que ayudan a dar apariencia de verosimilitud al mismo.
Una vez los autores de la estafa tienen en su poder los códigos, lo que les permite hacerse con el dinero, suele remitir al taxista a una ubicación para el traslado contratado. Los taxistas son conscientes de la estafa una vez que no encuentran a las personas a trasladar, ignorando la supuesta aseguradora contratante a partir de ese momento todos los canales previos de comunicación. Tras ponerse en contacto con la aseguradora real, ésta
les informa que no tienen conocimiento de esa actuación.
III BLANQUEO DEL IMPORTE ESTAFADO
El autor de la estafa, previamente a las mismas, genera una cuenta de usuario en un portal de apuestas online que actúa como un monedero- cuenta virtual. Para generar la cuenta de usuario, usurpa la identidad de terceras personas, se ha detectado en varios casos que las identidades asociadas a las cuentas de la plataforma de apuestas pertenecen a trabajadores del sector del taxi, que con motivo del engaño habían facilitado datos de
identidad y fotografías con su documentación al delincuente.
En esta plataforma es donde los estafadores ingresan directamente los códigos generados por las plataformas de pago. Realizando las retiradas del dinero a través de cajeros automáticos, donde el titular de una cuenta / monedero de la casa de apuestas remite un mensaje SMS con un código de extracción al teléfono móvil de un tercero a cargo de esa cuenta. Asimismo han resultado perjudicadas por los hechos empresas aseguradoras.
Con las detenciones practicadas se da por desarticulada la trama delictiva.
La investigación ha sido dirigida por el Juzgado de Instrucción de Sarria
(Lugo) y el Juzgado de Instrucción nº 4 de los de A Coruña, y con el apoyo
de la Unidad Técnica de Policía Judicial – Jefatura de Policía Judicial de la
Dirección General de la Guardia Civil y de las Unidades Orgánicas de
Policía Judicial de Ourense, Pontevedra, Teruel, Córdoba, Gijón y Jaén, y la
colaboración del Servicio de Investigación Global del Mercado de Apuestas
(SIGMA) de la Dirección General de Ordenación del Juego del Ministerio de
Hacienda y Función Pública.