La investigación se inicia cuando la Guardia Civil tuvo conocimiento en el mes de octubre del pasado año 2017, de que personas sin identificar estaban realizando prácticas de furtivismo en la zona del Condado y principalmente en los términos municipales de Montizón, Chiclana de Segura, Génave, La Puerta de Segura y Orcera.
Por componentes del Servicio de Protección de la Naturaleza de esta Comandancia, se estableció una operación con el fin de identificar a los posibles autores de tales hechos la cual presentó muchas dificultades, por la gran complicidad que existe en la zona, a la hora de prestar colaboración a la Guardia Civil en este tipo de actos, añadiendo a ello, el miedo que generan los furtivos, los cuales han llegado a amenazar, a vecinos y guardería rural.
Tras un año de seguimientos e identificaciones, se puso especial interés, en aquellas personas que por su forma de vida y conocimiento tanto de los animales como del terreno, consiguiendo comprobar que tres de ellos, formaban un grupo coordinado, para realizar movimientos de manera que no pudieran ser localizados por la Guardia Civil.
Además de las investigaciones, se establecieron dispositivos de vigilancia, tanto en el lugar donde se cometían los actos, como en los domicilios de estas personas, así como en las rutas posibles de tránsito de los mismos.
En el transcurso de estos dispositivos fueron observados, en días y meses diferentes, abandonado sus domicilios con ropas de camuflaje y ropas oscuras, utilizadas para pasar desapercibidos en el monte.
Teniendo presente la época del año en la que las especies cinegéticas como el ciervo, se encuentran en época de celo, más comúnmente conocida como la “Berrea” y siendo sabido, en el mundo de la caza, que estos animales son más vulnerables en dicho ciclo biológico, se decide utilizar la información obtenida e incrementar los servicios, ya que es
probable que estas personas actuaran.
En uno de estos servicios, tras un apostadero, son sorprendidos los implicados, cuando llegaban a una explanada de la parte trasera de la casa, de un familiar de uno de los detenidos.
Tras el registro del vehículo que utilizaban, fue localizado en el interior del mismo, un rifle monotiro, calibre 308WIN, un visor nocturno que acopla perfectamente al arma, un silenciador, que acopla también perfectamente al arma, un trípode, un cuchillo, unas tenazas, un afilador, una linterna bolsas de plástico negras, una cuerda, una funda de rifle portabalas con 5 cartuchos del calibre 308 Win, un visor telescópico, dos cabezas de venado, y una cabeza de muflón, recién cortadas y ensangrentadas, síntomas de
estar recientemente abatidas.
Con posterioridad, componentes del Seprona, realizaron varios registros domiciliarios, en los que recuperaron, 10 cráneos de ciervo y una cabeza de gamo.
En el transcurso de las investigaciones, se ha podido comprobar, que los detenidos actuaban de forma coordinada, utilizando en cada “salida”, hasta tres vehículos diferentes, desde sus domicilios, hasta el lugar en el que ejercían la actividad.
Por todo lo relatado y tras haber reconocido ser los autores de los hechos descritos, se procede a la imputación de los mismos por un supuesto delito contra la flora y fauna silvestres (caza ilegal), instruyendo las oportunas diligencias que son remitidas al Juzgado de Instrucción nº 2 de los de Villacarrillo, con copia para la Fiscal Delegada y Medioambiente y Urbanismo y también a la Consejería de Medioambiente.
