Investigadores de la UJA señalan que las células madre cancerígenas aparecen en una etapa posterior del desarrollo del tumor y son las responsables de la metástasis pero no de su origen

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Investigadores de la UJA y la UGR propone un nuevo modelo que arroja interesantes perspectivas a la hora de desarrollar nuevas estrategias terapéuticas para combatir el cáncer.

Investigadores de la Universidad de Jaén y la Universidad de Granada han publicado recientemente un artículo en el que proponen un nuevo modelo de origen tumoral. Hasta ahora se señalaba como células iniciadoras del tumor a las células con características de pluripotencia similares a las de las células madre, a la que se denomina células madre cancerígenas. Sin embargo, el nuevo modelo que proponen los investigadores para explicar el origen de un tumor cuestiona dicho paradigma afirmando que el tumor se origina por células cancerosas diferentes a las anteriores. De hecho, en su nuevo modelo afirman que las células madre cancerígenas aparecen en una etapa posterior del desarrollo del tumor y que no son el punto de inicio del tumor primario, sino que son las responsables del inicio del tumor metastático, es decir, la recaída tumoral, que es consecuencia de la alta mortandad asociada al cáncer.

Este trabajo, que obtuvo el primer premio en las Jornadas Doctorales 2018 organizadas por la Universidad de Jaén, ha sido publicado en la revista científica Critical Reviews in Oncology and Hematology. Está liderado por el grupo de investigación ‘Tecnologías Biológicas’ de la Universidad de Jaén, cuya responsable es la investigadora del Departamento de Ciencias de la Salud de la UJA Macarena Perán, junto con el grupo ‘Diferenciación, Regeneración y Cáncer’ de la Universidad de Granada, que dirige el investigador Juan Antonio Marchal Corrales, y está firmado por los investigadores Pablo Hernández Camarero, Elena López, Shivan Barungi y Macarena Perán (UJA) y por Gema Jiménez y Juan Antonio Marchal (UGR). El trabajo cuenta con la financiación del Instituto de Salud Carlos III y del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades.

El nuevo modelo que proponen los investigadores arroja interesantes perspectivas a la hora de desarrollar nuevas estrategias terapéuticas para combatir el cáncer. En primer lugar, refuerza la enorme importancia de realizar un diagnóstico precoz del cáncer en una etapa temprana de su desarrollo en la que aún no hayan aparecido las células madre cancerígenas. De esta manera, sería mucho mas fácil erradicar por completo al tumor, ya que son las células madre cancerígenas las que resisten a los tratamientos de quimioterapia y radioterapia. Además, se evitaría el riesgo de recurrencia de la enfermedad tras el tratamiento así como el riesgo de la aparición de metástasis ya que, como se apuntaba anteriormente, son las células madre cancerígenas las responsables de estos dos sucesos. En segundo lugar, plantea la importancia de interferir farmacológicamente con los factores moleculares y/o entidades que son responsables de la aparición de las células madre cancerígenas, como es el caso del microambiente que rodea al tumor, y de esta manera minimizar los riesgos de aparición de metástasis, de recurrencia de la enfermedad y de desarrollo de resistencias a los tratamientos anti-cancerígenos. “Es esencial buscar nuevos tratamientos que eduquen farmacológicamente a las células madre cancerígenas para reducir sus capacidades tumorogénicas y hacerlas más vulnerables a los tratamientos anti-tumorales”, indica Macarena Perán.

En su opinión, es fundamental conocer las primeras etapas del desarrollo tumoral y su evolución, entendida ésta como la malignificación de todo lo que rodea al tumor, lo que se conoce como ambiente tumoral. “El tumor, al ir creciendo, va mandando señales a su entorno que provocan que las células circundantes se transformen en células que promueven la dispersión tumoral. Así, células que forman parte del tejido afectado, como pueden ser fibroblastos o células madre mesenquimales, se pervierten y comienzan a trabajar a favor del tumor. Todo esto conlleva, según nuestro modelo, la aparición de las células madre cancerígenas. Por lo tanto, para poder desarrollar nuevas estrategias terapéuticas es necesario dilucidar los mecanismos propios que propician la creación del ambiente tumoral y la dispersión del mismo”, asegura el investigador de la UJA Pablo Hernández, que añade que “esperamos que nuestra aportación ayude al desarrollo de nuevos protocolos para combatir de forma eficaz esta enfermedad, ya que seguir profundizando en el conocimiento de la biología del cáncer es fundamental para proporcionar nuevas oportunidades terapéuticas”.