Se localizarán en Martos, Úbeda y Linares. Con ellas, serán cinco los equipamientos que tengan los juzgados jiennenses para evitar el peregrinaje judicial de personas vulnerables
La Consejería de Turismo, Regeneración, Justicia y Administración Local de la Junta ha anunciado que instalará tres salas Gesell en la provincia de Jaén. Una medida que permitirá que cinco juzgados de la provincia cuenten con este servicio que mejora la atención que se presta a menores, discapacitados y otras personas especialmente vulnerables, como las víctimas de violencia de género.
En concreto, este equipamiento, que respeta la intimidad de las víctimas, estará disponible en los juzgados de Martos, Úbeda y Linares gracias a las inversiones que desde el mes de septiembre se están realizando con cargo al Pacto de Estado contra la Violencia de Género. En la actualidad, están en ejecución las obras de las salas, especialmente avanzadas se encuentran las de Úbeda y Martos, y la dotación técnica necesaria está ya en fase de licitación.
Para la puesta en marcha de estos tres equipamientos se cuenta con un presupuesto de más de 33.000 euros. Para la obra de Martos se destinan casi 20.000 euros, para los trabajos de Linares se invierten 9.600 euros, y para los de Úbeda, más de 4.200 euros.
Estas tres nuevas salas de Jaén vienen a sumarse al servicio que existe en el resto de provincias andaluzas. “Recursos como éste son totalmente necesarios, útiles y demandados para luchar contra los delitos y garantizar que las víctimas tengan garantizados sus derechos”, ha apuntado la delegada territorial, que ha señalado que estas salas están al servicio tanto de los juzgados como de los Institutos de Medicina Legal y Ciencias Forense de la capital y la provincia.
“Es un buen uso de las cuantías de las que disponemos, ya que lo que se trata es de darle una mejor atención a las víctimas y procurarles un espacio donde esa declaración, esa primera toma de contacto, sea mucho más amable y eficiente”, ha apuntado Morales.
Esta sala especial evita la exposición a múltiples interrogatorios gracias a su estructura dividida en dos habitaciones separadas por una pared que cuenta con un cristal de grandes dimensiones que permite la visión de lo que ocurre en una de ellas desde la otra, pero no al revés.
De este modo, las víctimas pueden hacer su declaración en un entorno más amable y se evita su revictimización ya que su exposición queda como prueba preconstituida con todos los requisitos de legalidad, al haberse realizado en presencia de todas las partes, incluida la defensa del acusado, y con la posibilidad de haber hecho preguntas a la víctima. De esta manera, el testigo no se ve obligado a acudir al juicio años después y tener que rememorar lo sucedido.
Las salas Gesell tienen una zona de entrevista que permite la exploración, prueba testifical y otras diligencias de menores y otras personas especialmente vulnerables en un ambiente de privacidad que puede evitar la victimización secundaria, ya que posibilita la preconstitución de la prueba y que, por tanto, el menor solo tenga que declarar una vez durante el proceso judicial. En el caso de los menores, las preguntas se las realiza un psicólogo/a, en base a un cuestionario de defensores y fiscales.
Este espacio está dotado de sistema de grabación audio/video, así como interconectada por audio con la zona de observación lo que permite la interactuación del juez/a con la persona que está realizando la diligencia. Existe también la posibilidad de realizar la observación remotamente a través de videoconferencia desde la sala de vistas.