Actualmente hay 17 laboratorios de hospitales realizando diagnósticos, a los que se suman recursos de otros laboratorios públicos y privados de Andalucía para el refuerzo de esta actividad.
La Consejería de Salud y Familias cuenta con una amplia red de laboratorios en los hospitales para el diagnóstico del COVID-19 en la comunidad autónoma de Andalucía. En concreto, cuenta con los laboratorios de 17 hospitales del Servicio Andaluz de Salud en los que sus servicios de Microbiología están al 100% para realizar diagnósticos, innovando continuamente para sacar el máximo partido a sus medios diagnósticos. Dentro de esos mismos hospitales otros servicios se han unido a esta tarea, esencial en este contexto. En concreto, unidades de Inmunología, Hematología, Análisis Clínicos y Anatomía Patológica, entre otras, también están trabajando en el diagnóstico del COVID-19.
A estos laboratorios se unen los recursos aportados por una amplia red de instituciones externas a la sanidad pública entre las que destacan las universidades públicas andaluzas (Málaga, Sevilla, Pablo de Olavide, Granada, Córdoba, Cádiz, Huelva, Almería y Jaén) y el CSIC. A ellos se unen también los laboratorios de los centros e institutos de investigación sanitaria, los de sanidad animal y vegetal de entidades de la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible y los que han ofrecido empresas privadas del ámbito de la agricultura y la ganadería.
Desde el Servicio Andaluz de Salud se ha agradecido a todas estas instituciones y centros su iniciativa, así como a muchos otros que, habiendo igualmente ofertado sus capacidades, no han podido encajar por diferentes motivos, sean logísticos, administrativos o por exceso en su tiempo estimado de adaptación.
Por otro lado, las universidades y los centros e institutos de investigación también han contribuido con la puesta a disposición de técnicos científicos de soporte para la extracción de ARN.
Plan Andaluz de Laboratorios
Esta coordinación de laboratorios ha sido liderada desde el Plan Andaluz de Laboratorios, en un ejemplo de colaboración institucional de gran importancia en el contexto actual de crisis sanitaria y en el que participan profesionales de las diferentes estructuras y entes que constituyen la Consejería de Salud y Familias, entre otras el Servicio Andaluz de Salud y la Fundación Progreso y Salud, quienes llevan trabajando varias semanas para poner todos estos recursos en la lucha contra el COVID-19.
Toda esta colaboración institucional se resume en la puesta a disposición o cesión temporal de equipamiento, apoyo técnico para su instalación y puesta en marcha, la donación de fungibles, la colaboración para la puesta a punto de protocolos alternativos para la extracción de ARN y el registro de voluntarios de personal científico-técnico de laboratorio.
Extracción de ARN y qPCR para el diagnóstico del COVID-19
Para el diagnóstico de COVID-19 se realiza la extracción de ARN, como paso previo a la realización de la técnica PCR (Polymerase Chain Reaction, o lo que es lo mismo, reacción de la polimerasa en cadena). Es una técnica que se utiliza de manera habitual en los laboratorios clínicos y que está basada en la amplificación de fragmentos de ADN mediante ciclos consecutivos de incrementos y bajadas de temperatura. La gran dificultad que se ha encontrado para esta tarea ha sido la escasez de fungibles y reactivos de extracción de ARN a nivel mundial, de ahí la búsqueda de colaboración institucional, que ha tenido una respuesta positiva y desinteresada.
En este sentido, y gracias a colaboración institucional, se ha mejorado la diversificación de los equipos de extracción de ARN en los hospitales (robots de extracción, contando actualmente con 88 equipos de 20 modelos diferentes) y se han puesto a punto protocolos para aprovechar kits de extracción no habituales para esta actividad y disponibles en el mercado, todo ello con la finalidad de agilizar los diagnósticos de COVID-19.
Para dar apoyo humano a esta actividad, se han generado listados de voluntarios técnicos-científicos de laboratorios en las fundaciones gestoras de la Investigación, universidades y CSIC por si hiciera falta ante posibles bajas por enfermedad u otros motivos en el personal de laboratorio de los centros sanitarios, todo ello en el contexto de una colaboración institucional sin precedentes para poner todos los recursos disponibles en el diagnóstico del COVID-19.