El alcalde de Jaén, Julio Millán, acompañado por concejales del equipo de Gobierno, del resto de grupos municipales y de representantes del Gobierno de España, Diputación Provincial y de colectivos vecinales y sociales han procedido a la inauguración de la placa de la calle Virgen de la Cabeza dedicada a Carlos do Santos, obrero portugués que falleció en accidente laboral en marzo de 2007.
El acto coincide con el Día Internacional del Trabajo Decente y responde a una propuesta aprobada en pleno en el anterior mandato, solicitada por la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC) apoyada por Cáritas Diocesana, Confer y otros colectivos y presentada por Jaén en Común para recordar a este trabajador portugués que falleció al caer de una altura de 10 metros cuando realizaba tareas de encofrado. La presidenta de la HOAC, María Dolores Megino, ha recordado a los trabajadores fallecidos en accidente laboral en nuestro país en lo que va de año y ha insistido en la importancia de combatir socialmente la precariedad laboral y las condiciones de trabajo indignas que en estos momentos de crisis económica derivada de la sanitaria pueden verse multiplicadas. «Queremos reivindicarlo en este 7 de octubre, acompañando la vida de los trabajadores y trabajadoras para que la crisis sanitaria que ahora padecemos no confirme que los sectores más excluidos quedarán fuera de la nueva normalidad donde crezca el paro, la precariedad y la inseguridad laboral», ha dicho.
Por su parte, el alcalde de Jaén, Julio Millán, ha señalado que hoy, 13 años después, se cierra «en justicia» con este reconocimiento un doloroso capítulo del pasado reciente de la ciudad. «No podemos hacer nada por cambiar lo que ya pasó pero sí hacer lo posible por cambiar lo que pueda venir», ha dicho Millán en alusión a la importancia de combatir la precariedad laboral. «Ahora afrontamos una etapa complicada para el mercado laboral donde poner el recuerdo de Carlos do Santos en primería nos sirve para advertir de que no pueden darse pasos atrás en la decencia del desempeño del puesto de trabajo», ha recalcado. En este sentido ha recordado a los trabajadores temporeros que acudirán próximamente en plena pandemia a trabajar en la campaña oleícola. «En estos momentos, la seguridad en el trabajo se mide también por la seguridad frente a la Covid y el miedo a perder un empleo nunca debe pasar por el chantaje para aceptar condiciones indignas de desempeño o de flagrante peligro», señala.
Finalmente Millán ha recordado que la dignidad de una persona se mide no solo por valores intangibles sino también por los tangibles como la dignidad laboral. «Esta placa no es un recuerdo solo hacia una persona que nos dejó en circunstancias muy duras sino también una llamada de atención en estos tiempos inciertos de que debemos garantizar la libertad que nos da un trabajo seguro».