La Consejería de Agricultura moderniza uno de los puntos de vigilancia de Quesada que cubre buena parte del Guadiana Menor.
La Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible trabaja en la mejora de las infraestructuras para luchar contra el fuego. Un ejemplo es la mejora del punto de vigilancia de incendios de la Peña del Cambrón, que está situado en el término municipal de Quesada y que cubre buena parte del Guadiana Menor. “La vigilancia resulta esencial para defender nuestro patrimonio natural y luchar contra las llamas. Nuestros expertos son los que mejor saben desde dónde se divisan las llamas y cómo intervenir. Por eso, ahora trabajamos en la mejora del punto de vigilancia de la Peña del Cambrón, que se encuentra en Quesada”, afirma la delegada de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible, Soledad Aranda. “En un incendio forestal, el tiempo es clave. De ahí que nuestra apuesta es firme para mejorar las infraestructuras de vigilancia y la tecnología para luchar contra las llamas”, continúa.
Los trabajos de mejora comenzaron hace unos días. De hecho, para realizar las obras de mantenimiento ha sido necesario transportar los materiales mediante helicóptero, ya que dicha infraestructura es inaccesible para vehículos, debido a su ubicación estratégica en un punto elevado. En dichos trabajos, en los cuales se han transportado alrededor de 7.000 kilogramos entre materiales y herramientas, han participado tanto personal especializado de la empresa de medios aéreos, como del dispositivo de extinción de incendios del Infoca.
El punto de vigilancia de la Peña del Cambrón, cubre gran parte de la zona del Guadiana Menor, en la cual se localiza una extensa masa forestal, que realiza una importante función ambiental, por su valores de naturales y de conservación del suelo. Por lo tanto, su trabajo es esencial para detectar lo antes posible un incendio en zona forestal y que los medios de extinción lleguen con rapidez, para evitar que adquiera grandes dimensiones.
Actualmente, la provincia de Jaén cuenta con 37 puestos de vigilancia fija, en los cuales los vigilantes realizan su trabajo por turnos, cubriendo la totalidad o parte de las 24 horas del día, según el riesgo de incendio del área a vigilar y la época del peligro. Se trata de un protocolo que se establece en función de criterios técnicos establecidos dentro de los propios planes. Durante el periodo de riego alto, que va del 1 de junio al 15 de octubre, los vigilantes realizan las funciones de vigilancia permanente de la zona de observación, detección y localización de los incendios forestales, transmisión inmediata de la información al Centro Operativo Provincial para intervenir con rapidez.