La subdelegada del Gobierno de España en Jaén, Catalina Madueño, ha destacado el excelente trabajo realizado por la Comandancia de la Guardia Civil de Jaén en la lucha contra el expolio y el tráfico de objetos arqueológicos.
Lo ha hecho en la presentación de los resultados de la denominada operación “Oretane”, desarrollada por los agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) y que ha permitido la recuperación de unas 1.400 piezas de diversa índole, de épocas íbera y romana, y que presuntamente habrían sido expoliadas de distintos yacimientos. Se ha detenido a la persona que tenía estas piezas en su poder, acusada de delitos contra el patrimonio histórico, receptación y apropiación indebida, mientras que hay otras 25 personas encartadas en diligencias judiciales y que son las que han realizado adquisiciones al margen de los canales legales, compras que realizaban fundamentalmente a través de internet. En la rueda de prensa, la subdelegada ha estado acompañada por el jefe accidental de la Comandancia, el comandante Francisco Javier Ruiz Redondo, y el jefe del Seprona, el teniente José Milena.
Catalina Madueño ha puesto de manifiesto que para luchar contra el expolio y el contrabando ilegal de piezas de arte es fundamental contar con los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado: “Es un pilar importante para impedir el saqueo del riquísimo patrimonio cultural que tenemos en España y, sobre todo, en esta provincia, que es muy amplia y que cuenta con numerosísimas zonas arqueológicas”, ha asegurado.
La operación “Oretane” se abrió en el mes de mayo, en pleno estado de alarma, a raíz de que una alerta recibida en la Comandancia por parte del Servicio de Bienes Culturales de la Delegación Territorial de Cultura, por la que se comunicaba la subasta por un portal de internet de 16 exvotos íberos. Inmediatamente, los agentes del Seprona proceden a la localización e intervención de esa colección, que estaban en poder de la persona ahora detenida, un vecino de un municipio de la provincia de Sevilla. En esa primera fase, se le incautaron unas 195 piezas de diversa índole (monedas, pendientes, colgantes, proyectiles de honda y un juego de dados romanos). Todas las piezas fueron entregadas al Museo Íbero para su estudio y análisis. Los informes de los arqueólogos determinaron que la mayoría de las piezas eran auténticas, aunque había otras que generaban dudas, por lo que necesitan un examen más exhaustivo. Entre ellas, hay cuatro que, de resultar auténticas, tendrían un gran valor.
De forma paralela, el Seprona abrió otra línea de investigación y comprobó que la persona que tenía en poder los exvotos tenía a la venta numerosas piezas más e, incluso, ya había realizado algunas transacciones. Es por ello que la Guardia Civil solicitó al Juzgado de Instrucción Número 1 de Osuna (Sevilla) el mandamiento de entrada y registro, que se efectuó recientemente. Entonces, se incautaron unas 1.200 piezas más, pertenecientes al patrimonio histórico español, si bien también se hallaron copias y falsificaciones. Los agentes procedieron a la detención de la persona que tenía los bienes en su poder como presunta autora de delitos contra el patrimonio, receptación y apropiación indebida. En la causa también figuran como encartadas otras 25 personas más, que son las que le adquirieron piezas a través de los canales no legales.
La investigación del Seprona ha puesto al descubierto que la persona arrestada podría haber estado muchos años recopilando el material, bien obtenido directamente de los yacimientos o bien adquiriéndolo de forma indirecta a otros expoliadores, “con el objetivo de venderlas a través de internet o directamente en mano, consiguiendo con ello importantes beneficios económicos”.