La terminación de la campaña de la aceituna, como es tradicional cada temporada, la provincia de Jaén vuelve a colocarse a la cabeza del desempleo nacional, sumando en este caso 4.544 nuevos desempleados. Es la tercera provincia en casos de desempleo a nivel nacional. El fin de la recolección de la aceituna hace que un ochenta por ciento de los nuevos parados sean del sector agrario. Con esta nueva suma de desempleados la provincia asciende ya a 56.194 desempleados. Todo sin sumar los ertes que hay en la provincia que podrían incrementar el número de parados.
En la provincia la pandemia está afectado en el sector servicios, principalmente hostelería y comercio. En porcentajes, el paro crece un 8’80%, la contratación se desploma un 22’83% y la afiliación a la Seguridad Social cae en febrero en 13.013 cotizantes. El desempleo se incrementa en 4.544 personas (8’80%) y se sitúa en 56.194 parados/as. Sube, con respecto a hace un año en 4.110 trabajadores/as (7’89%), siendo este último dato el mejor registro de toda Andalucía, donde la tasa media de incremento es del 24’21%.
Para UGT, «Jaén tiene en febrero todos sus indicadores laborales en negativo, registrando por segundo mes consecutivo datos alarmantes de caída de empleo y contratación».
Baja la contratación indefinida (-7’34%) y la temporalidad domina las relaciones laborales en nuestro territorio con un 98’68% de las contrataciones, la mayoría circunscritas en los sectores productivos primario y de servicios.
Indica el sindicato, «que nadie ha hecho, hace, ni, ya con los presupuestos aprobados para 2021, hará, en este ejercicio NADA para poner freno a esta deriva que se repite año tras año, que es nuestra dependencia de las temporadas agrícolas y del sector servicios. Ante esta ecuación de resultado tan negativo, la incógnita a despejar sería ¿Qué hacemos hasta tanto se vuelva a reactivar la contratación en estos sectores?».
«Desde UGT Jaén seguimos insistiendo en los planes especiales de empleo, que palían la falta de oportunidades de trabajo en estos períodos valle sobre todo de los jóvenes y mujeres que sólo tienen en la emigración su escape laboral».
