Jesús Estrella destaca la figura de José Luis Verdes en la inauguración del espacio dedicado al pintor en el Museo Zabaleta

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El delegado de Cultura y Patrimonio Histórico, Jesús Estrella, ha destacado esta mañana la figura de José Luis Verdes de la Riva durante la inauguración del espacio dedicado a este artista en el Museo Zabaleta de Quesada, que coincide con el 20 aniversario de su fallecimiento. Se trata de una iniciativa del Ayuntamiento de este municipio a la que el delegado ha querido trasladar el apoyo de la Consejería.

“Es una figura fundamental para Jaén, que obtuvo un reconocimiento internacional desde joven y vivió una década en Quesada, donde cultivó la amistad con Rafael Zabaleta. La apertura de este espacio es como un viaje de retorno del artista a un lugar muy especial de Jaén que marcó parte de su vida personal y artística”, ha señalado Jesús Estrella.

El delegado ha aprovechado su visita a Quesada para invitar a los jienenses a disfrutar de la cultura en la provincia de Jaén. “La provincia cuenta con una oferta cultural singular, como el caso de Quesada, que es un auténtico referente con los Museos Zabaleta y Miguel Hernández-Josefina Manresa. Atractivos que están al alcance de la mano de los jiennenses en los 97 municipios de Jaén, provincia con mayor número de castillos y con dos ciudades Patrimonio de la Humanidad, además de sitios y yacimientos arqueológicos como Puente Tablas o Cástulo”, ha explicado Jesús Estrella.

José Luis Verdes de la Riva nació en Madrid en 1933, pero siempre tuvo una especial vinculación con Quesada, lugar en el que vivió diez años y al que regresaba cada agosto por sus fiestas y para el Concurso Infantil de Pintura y el Concurso Internacional Rafael Zabaleta que impulsó.

Nombrado Hijo Predilecto de Quesada en 2001, Verdes participó a lo largo de su carrera artística en multitud de exposiciones, tanto en España como en el extranjero, que le valieron el reconocimiento internacional con premios, entre otros, en la IX Bienal de Alejandría (1972) y en la XIII edición de la Bienal de Sao Paulo (1975). Con sólo 24 años obtuvo la Tercera Medalla de la sección de Pintura en el Salón de Otoño de Madrid, uno de los más prestigiosos premios de la época en nuestro país. Un año después, en 1958, trasladó su residencia a
Quesada donde conoció a Rafael Zabaleta, que en su inicio orientó su obra y al que le unió una gran amistad hasta su fallecimiento en 1960.

Fue autor de multitud de obras de distintas expresiones artísticas, desde pintura y grabado hasta instalaciones y escenografías. Destacó como una constante en su trayectoria la vertiente social, que le hizo no rendirse a la facilidad de la moda:
«Me hice perito, ¿eh?, nada de ingeniero. La granja está en Quesada, Jaén, y allí aprendo una cosa que me sirve de mucho para pintar: aprendo que la vida, la vida real, es algo diferente», decía.

El espacio escénico dedicado al artista alberga alrededor de un centenar de obras, que dan testimonio de la evolución de las diferentes etapas artísticas de Verdes, entre las que se encuentran las de titularidad municipal, que donó en vida al Ayuntamiento de Quesada, otras adquiridas por el Consistorio y unas 30 piezas de la exposición que el pintor llevó al Retiro madrileño en homenaje a Europa, que han sido donadas por la familia al municipio.