Exposición del Documento destacado en el Archivo Histórico con motivo del Día del Trabajo

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Con motivo del Día del Trabajo el Archivo Histórico Provincial participa en esta celebración mostrando documentos que plasman cómo se entendía el mundo del Trabajo en el pasado. En el Archivo Histórico Provincial de Jaén se conserva, dentro del fondo documental de Protocolos Notariales de la Carolina, este contrato de aprendizaje de Bartolomé de Luque, un niño de trece años que empieza a trabajar para Blas Durán como aprendiz de carpintero.

El Diccionario de la Lengua Española de la Real Academia Española, en su segunda acepción define aprendiz como la “persona, a efectos laborales, que se halla en el primer grado de una profesión manual, antes de pasar a ser oficial”.

El aprendizaje, dentro de la estructura gremial, era el primer escalón en la jerarquía corporativa, era el grado de acceso a un gremio determinado, y se plasmaba mediante un contrato escrito entre el patrón o maestro y los padres o tutores del aprendiz, que solía ser un niño.

Además de la propia regulación de los gremios, desde la Edad Media, la Monarquía legisló sobre la figura del aprendizaje, estableciendo que el maestro estaba obligado a enseñar al aprendiz el oficio en el tiempo convenido, pudiendo corregirle y castigarle, pero si se excedía en el castigo y le lesionara o matara sufriera la pena correspondiente.

Pues bien, en el documento vemos cómo el padre del menor aprendiz, Florencio de Luque, que es el administrador “de la persona y bienes” del niño, que tenía trece años y no tenía capacidad legal, firma con el carpintero Blas Duran, un contrato de aprendiz.

Las condiciones el contrato estaban establecidas por la legislación vigente en la época, pero debías ser formalizadas ante notario, en este caso ante el Fiel de Fechos, a través de una escritura. Las condiciones en este contrato eran las siguientes:

Aprendiz de carpintero durante cuatro años.

El maestro le dará de comer, beber, casa y cama tratándole bien y enseñándole el oficio de carpintero. Si no le enseña correctamente al aprendiz, el padre puede cambiarlo de maestro. El padre ha de pagar al maestro quinientos reales de vellón por la formación.

El aprendiz no podía abandonar la casa del maestro, estando el padre obligado a devolverlo. En caso de enfermedad grave, es el padre quien debe curarlo; y si la enfermedad es leve sería el maestro el encargado de tratarlo.

De la lectura del documento comprobamos cómo el trabajo infantil estaba regulado hace 246 años y pretendía establecer unas garantías tanto para el maestro como el aprendiz. La figura del aprendiz era el inicio de la formación profesional dentro del trabajo gremial y que podía acabar con el aprendiz siendo oficial y tener su propio taller.

El 1 de mayo se celebra el Día Internacional del Trabajo, que se hace en honor a los  «Mártires de Chicago», un grupo de personas sindicalizadas que fueron ejecutadas en 1886 en los Estados Unidos

El 1º de mayo de 1886 un grupo de obreros realizó una huelga reclamando por una jornada laboral de 8 horas. Ese día, hubo un antes y un después en la historia.

El incidente de Haymarket, masacre de Haymarket o revuelta de Haymarket fue un hecho  histórico que tuvo lugar en Haymarket Square (Chicago, Estados Unidos) el 4 de mayo de 1886 y que fue el punto álgido de una serie de protestas que desde el 1 de mayo se habían producido en respaldo a los obreros en huelga.

En julio de 1889, la Segunda Internacional instituyó el «Día Internacional del Trabajador» para perpetuar la memoria de los hechos de mayo de 1886 en Chicago. … El Congreso de París de la Segunda Internacional acordó celebrar el «Día del Trabajador» el 1º de mayo de cada año.

A los “Mártires de Chicago” les debemos que este día sea libre. Ellos lucharon para que el horario laboral fuera de 8 horas y no de 12 a 16 horas.