Las investigaciones se iniciaron cuando pudieron constatar que desde principios del julio se había incrementado la comisión de robos con fuerza en el alumbrado público. Los presuntos autores o autor, causaban un grave perjuicio económico, tanto por los daños causados como por el fin último del robo, que no era otro que el de hacerse con el cobre de los cables para obtener beneficios por su venta a terceros, aunque muy lejos del daño causado en sus robos.
Los agentes investigaban ya un robo de cableado denunciado el día 8. El hecho se produjo en la iluminación de la Ronda Sur de la capital. La valoración económica de los daños y el cable sustraído superaban los 12.000 euros. Además, se tuvo también conocimiento de un robo de similares circunstancias en la Urbanización Ciudad Jardín, perteneciente al término municipal de La Guardia donde los daños superaron los 3.000 euros.