El Rector de la Universidad de Jaén (UJA), Juan Gómez Ortega, presidió el acto de descubrimiento de la placa que preside el seminario de investigación 423 del edificio A 2 del Campus Las Lagunillas y que desde ahora lleva por nombre de ‘Enfermero y profesor Pedro José Carrillo León’, en recuerdo a la figura del profesor asociado del Departamento de Enfermería, fallecido en marzo de 2020, a consecuencia de haber contraído la covid-19 en el ejercicio de su profesión.
La placa fue descubierta por la madre de Pedro Carrillo, que estuvo acompañada de su nuera y sus nietas, así como de un numeroso grupo de familiares, amigos y compañeros del fallecido, así como del Director Departamento de Enfermería de la Facultad de Ciencias de la Salud de la UJA, José Gutiérrez Gascón, y del Vicerrector de Profesorado y Ordenación Académica, Alfonso Cruz Lendínez.
El Rector subrayó que con este acto se demuestra que “Pedro Carrillo era una persona enormemente querida”, y que en este homenaje a la figura de Pedro estamos homenajeando también a toda la profesión”. El Rector aprovechó el acto para leer unas reflexiones escritas por amigos y compañeros de Pedro Carrillo, elogiando su figura y poniendo de manifiesto que “ha dejado huella” y que era “un magnífico profesional y muy querido por sus compañeros de profesión y por sus alumnos”.
Por su parte, José Gutiérrez recordó que la frase que Pedro Carrillo dirigía al alumnado el primer día de curso era “¡bienvenidos a la profesión más bonita del mundo!”. Con este homenaje, “nuestra idea es que el nombre de Pedro perdure y que sea recordado cada vez que crucen esta puerta los alumnos y los profesores”. Asimismo, explicó que el enfermero llevaba 20 años como profesor asociado, “impartiendo la asignatura ‘Cuidados cutáneos’, que él mismo había diseñó, tanto la teoría, como la práctica”.
Por último, intervino su hija Beatriz Carrillo dijo que este reconocimiento es el “fruto de la vocación, la entrega y la profesionalidad que se encarnaba en mi padre y que creo supo transmitir a sus compañeros, pacientes y alumnos”. De los mensajes de apoyo que los alumnos de su padre le han hecho llegar, “lo que me ha llamado la atención es que describían perfectamente a mi padre, porque hablaban de su profesionalidad, de su cariño, de su empatía, de su cercanía, de su sentido del humor… y qué difícil y qué bonito es transmitir todo esto en un aula”. Por último, invitó a que en ese seminario se siga dando al alumnado la bienvenida “a la profesión más bonita del mundo”.
