Especialistas de la Unidad de Neurocirugía realizan por segunda vez este tipo de cirugía, que ofrece una mayor calidad de vida.
Profesionales del Hospital Universitario de Jaén han extirpado con éxito un tumor cerebral en el área del lenguaje, lo que ha permitido que la paciente intervenida, de 42 años, haya conservado el habla y ganado en calidad de vida al resecar el tumor sin ningún déficit neurológico, ha señalado Osamah El-Rubaidi, Jefe de Servicio de la Unidad de Neurocirugía. La paciente se recupera de la intervención sin ningún déficit neurológico.
La intervención ha estado a cargo de Rajab Al-Ghanem, con una duración de 6 horas, y en la que han participado neurocirujanos, un neurofisiólogo, un neuropsicólogo, una neuroanestesióloga y neuroenfermería del Hospital Universitario de Jaén.
El mapeo cerebral permite la localización de regiones corticales funcionales durante la cirugía de tumores cerebrales, y hace posible realizar una resección del tumor más extensa – y en consecuencia, disminuir la probabilidad de morbilidad asociada – y preservar, al mismo tiempo, zonas elocuentes cuando el tumor compromete estas áreas. En la resección de tumores cerebrales, el mapeo cortical se realiza con estimulación eléctrica directa del córtex cerebral (manto de tejido nervioso donde se encuentran las neuronas corticales que cubre la superficie del cerebro), de forma continua; y para realizar el mapeo de las áreas del lenguaje, la paciente debe estar ‘despierta’ y colaborar activamente hablando durante la intervención. En la fase del mapeo cortical y la resección quirúrgica del tumor, la paciente está despierta, con sedación y analgesia.
Todas estas zonas adyacentes al área del tumor son identificadas con respuesta motora, sensitiva y del lenguaje, se marcan con etiquetas estériles. Una vez finalizado el mapeo de las áreas de la corteza cerebral, se procedió a la cirugía para la extracción del tumor, permaneciendo el paciente despierto. Se monitorizó la función del lenguaje y la compresión lectora, por el neuropsicólogo Bernardo Linares, durante toda la fase de mapeo cortical y resección del tumor.
Tras la colocación del cabezal metálico, los neurocirujanos realizan una incisión y craneotomía amplia que permita la visualización del área tumoral y de las zonas elocuentes contiguas, tras lo cual se inicia el proceso del mapeo cortical de estas áreas con la intervención del neuropsicólogo.
La resección quirúrgica del tumor se ha guiado por el mapeo cerebral preservando la funcionalidad y logrando una resección total de la masa tumoral, respetando las zonas críticas y evitando de esta manera, provocar secuelas graves en las áreas elocuentes identificadas. Asimismo, la monitorización continua que supuso tener a la paciente hablando en los momentos críticos de la resección tumoral, próxima al área del lenguaje y otras áreas elocuentes, fue decisiva para la preservación de dichas áreas cerebrales.
“La entrevista previa a la cirugía para valorar a la paciente es imprescindible para asegurarnos que vamos a contar con su colaboración a lo largo de todo el proceso quirúrgico”, ha indicado Rajab Al-Ghanem.
“La implicación y colaboración de todos los profesionales, trabajando en equipo, y de la paciente, es vital para poder realizar una resección óptima considerando siempre los límites del tumor, y por supuesto, las zonas elocuentes adyacentes identificadas debidamente”, ha señalado. Se trata de la segunda intervención en paciente despierto que realiza esta unidad del Hospital Universitario de Jaén.