Dos de las propias marcas clonadas presentaron denuncia al constatar la venta de falsificaciones a través de varias páginas web. En poco más de un año de actividad comercial registraron ingresos por valor de más de un millón y medio de euros.
Agentes de la Policía Nacional han desarticulado un entramado de distribución de falsificaciones de calzado deportivo de alta calidad. Dos de las propias marcas clonadas presentaron denuncia ante la Policía Nacional, al constatar la venta de falsificaciones de sus productos a través de varias páginas web. Los dos responsables de la trama han sido detenidos en Barcelona, se han bloqueado 13 cuentas bancarias, seis cuentas de una plataforma de pagos y seis páginas web y han sido eliminados sus perfiles en las más importantes redes sociales. Cabe destacar que las copias eran de gran calidad, lo que sumado al elevado precio de venta de los productos inducía a los usuarios a pensar que estaban adquiriendo artículos oficiales de primeras marcas.
La investigación comenzó tras la denuncia de los representantes legales de dos marcas internacionales de ropa deportiva, cuyos responsables se percataron de la venta a través de diferentes páginas en Internet, de zapatillas que aparentaban ser los modelos originales de sus compañías.
Ingresos millonarios en un año de actividad
Las investigaciones realizadas permitieron identificar a las dos personas responsables de la actividad ilícita, quienes paulatinamente habían creado un entramado de páginas web a través de las cuales ofrecían calzado deportivo de diversas marcas de prestigio internacional y las comercializaban a un precio similar al de mercado, lo que sumado a la alta calidad de la confección de las falsificaciones les permitió obtener un gran volumen de clientes tanto en España como fuera de nuestro país. Tanto es así, que se estima que en poco más de un año de actividad comercial, registraron ingresos por valor de más de un millón y medio de euros en cuentas bancarias españolas, sin descartar un volumen mayor de beneficios que pudieran haber sido ingresados en diferentes plataformas de pago online extranjeras.
Con la intención de dificultar las pesquisas y dotar de una apariencia de legalidad al negocio ilícito, los investigados habían fundado dos sociedades en Barcelona, cuyo objeto social era el comercio al por menor a través de Internet, dando así una mayor credibilidad a la originalidad de los productos ofrecidos y blanqueando el origen ilícito de sus ingresos.
Evitaban almacenar la mercancía gracias al método del dropshipping
Los artículos falsificados los adquirían directamente a proveedores ubicados en China, mercancía que posteriormente ofrecían en sus tiendas online pero sin necesidad de almacenarla, ya que utilizaban el modelo de distribución denominado dropshipping, consistente en que los productos se remiten directamente de fábrica al cliente final sin necesidad de pasar por la custodia de los investigados. Este modelo de distribución resultaba muy beneficioso para los investigados ya que de ese modo no necesitaban contar con un lugar para el almacenaje de sus productos.