La Policía Local ha controlado a 501 vehículos en distintas vías de la ciudad durante la campaña especial que, entre los días 4 y 10 de abril, ha puesto en marcha para intensificar la vigilancia y el control del uso cinturón de seguridad y de los sistemas de retención infantil.
A consecuencia de ello, los agentes han presentado 91 denuncias por no usar o hacerlo de forma indebida el cinturón, sistemas de retención infantil o por no llevar el casco abrochado. Con esta acción la Policía Local de Jaén colabora, de nuevo, con la Dirección General de Tráfico. El uso de estos elementos es un aspecto de la conducción especialmente sensible, ya que su utilización reduce a la mitad el riesgo de muerte en caso de accidente. Desde la Policía Local se recuerda que, en el caso de los sistemas de retención infantil, estos elementos son obligatorios en niños y niñas con una altura inferior a 1,35 metros y recomendable hasta el 1,50 metros La DGT recuerda que, frente a aquellos que dicen no usarlo porque “molesta” o porque “van aquí al lado”, los datos demuestran que el cinturón es el dispositivo que más vidas ha salvado y salva en carretera. Además, el airbag no es eficaz si no se complementa con la utilización del cinturón de seguridad, ya que ambos dispositivos están diseñados para funcionar de forma complementaria.
El cinturón es imprescindible también en los asientos traseros ya que en caso de impacto frontal, por ejemplo, la probabilidad de que un ocupante de esos asientos golpee mortalmente a otro pasajero de delante puede ser hasta 8 veces mayor. Sin cinturón de seguridad, a 80 kilómetros/hora los pasajeros de atrás no tienen ninguna forma de sujetarse y son proyectados con los de delante con una fuerza equivalente al golpe de una bola de 1.200 kilogramos a 10 kilómetros/hora, lo que podría matar o lesionar gravemente a los ocupantes de los asientos delanteros.
En el caso de los niños, la utilización de los sistemas de retención infantil es aún más importante ya que los datos demuestran que nueve de cada diez lesiones infantiles graves o mortales se habrían evitado si se hubieran utilizado los sistemas de retención obligatorios y que, en caso de accidente, las lesiones se reducen hasta en un 75% con un uso adecuado de los mismos. Los menores deberán ir obligatoriamente sentados en los asientos traseros, salvo cuando el vehículo no disponga de ellos, ya estén ocupados por otros menores o no sea posible instalar en ellos todos los sistemas de retención infantil, y se recomienda que viajen en sentido contrario a la marcha.