El Ayuntamiento de Jaén dentro de las actividades programadas en el Festival de Cine y Gastronomía Kocinema, ha descubierto hoy una placa dedicada al prestigioso jiennense director de cine, guionista y jefe de producción Eduardo García Maroto. Ha sido en la calle donde nació, la antigua Maestra Alta y actual calle Almendros Aguilar.
Una placa homenaje a petición de la ‘Asociación Jaén Audiovisual’ por toda una vida dedicada con éxito al séptimo arte, un jiennense que ha sido uno de los pioneros del cine español. En el acto han estado presentes el alcalde, Julio Millán, la primera teniente de alcalde, María Orozco, el concejal de Cultura, José Manuel Higueras, el director del festival, Francisco Quintero, y representantes de Jaén Audiovisual encabezados por Amada Santos, Carlos Aceituno y Ana Galán. También han estado presentes algunos de sus familiares: Marcela García Maroto, Nieves Prada, Ángel y Luis García Díaz, Juan Espinilla y María Dolores Díaz.
García Maroto nació en la Calle Maestra Alta del Barrio de la Merced de Jaén en 1903. Comenzó su carrera en el cine mudo en España, por lo que es considerado como el cadete del cine español, siendo guionista y director, para continuar como director de producción español de muchas películas americanas rodadas total o parcialmente en España entre 1955 y 1970, como las famosas «Salomón y la reina de Saba» (1959) y «Orgullo y pasión» (1956). También fue director de producción de películas legendarias como «Espartaco», «Patton» y «El regreso de los siete mercenarios». De toda esta trayectoria profesional cabe subrayar su sentido del humor y su especial sensibilidad, además de ser innovador en artísticos y técnicos, algo que le supuso un reconocimiento con el premio del Círculo de Escritores Cinematográficos al mejor guión por la película ‘Tres eran tres’ en 1958.
Millán ha destacado que con este tipo de gestos se pone inicio al interés del Ayuntamiento por hacer más conocido el trabajo y la aportación al cine de García Maroto. Y en este sentido, ha recordado que dar a conocer la cuna o la vinculación con Jaén de personajes como estos o como Francisco Coello, padre de la cartografía moderna, también reconocido con una placa similar hace unas semanas, es un motivo para elevar la autoestima de los jiennenses.
Por su parte, Carlos Aceituno, promotor de la iniciativa, ha señalado que Maroto, que fue pionero en el cine mudo y llegó a trabajar incluso con Kubrick y ha adelantado que la entidad recuperará unos premios que en su momento instituyó, los Lince, y que tenían una mención especial con el nombre del director jiennense. En este sentido, la Dirección de Kocinema y Jaén Audiovisual enmarcarán estos galardones dentro de la programación del festival de Cine y Gastronomía de Jaén el año próximo, junto con una mesa de debate que lleve también el nombre del ilustre jiennense.
El concejal de Cultura, Turismo y Patrimonio, José Manuel Higueras, explica que esta placa “es un pequeño homenaje que queremos hacerle para aplaudir toda esta trayectoria profesional y toda una vida llevando a su tierra Jaén por todo el mundo cinematográfico”. “Nos ha dejado un gran legado que nos hace sentirnos muy orgullosos como jiennenses” ha matizado.
García Maroto es, en definitiva, una personalidad jiennense de gran valor para el cine español e internacional que lleva el nombre de una calle de la capital pero que pocos saben de su gran personalidad. Su contribución fue de gran trancendencia para la industria cinematográfica española vinculada a los productores de Hollywood y formó parte del equipo fundador de C.E.A., una de las productoras más famosas de la época en la que colaboró con Luis Buñuel y Miguel Mihura. Con este último escribió el guión de sus primeros cortometrajes en el que pariodaba las películas de aventuras, terror y policíacas. Incluso Vicente Casanova de Cifesa le invitó a producir la película de gran éxito ‘La hija del penal’. Cuando se encontraba en lo más alto de su carrera e iniciaba en Córdoba su rodaje ‘El genio alegre’ (comedia de los hermanos Álvarez Quintero dirigida por Fernando Delgado), estalló la Guerra Civil Española. Fue entonces cuando inició una nueva etapa como director de de grandes producciones cinematográficas estadounidenses rodadas en España en los años 50. Murió en Madrid en noviembre de 1989.
La placa ha quedado expuesta en la calle Almendros Aguilar, un enclave histórico de la ciudad que inmortalizará su gran aportación a la historia del cine. Se trata de unas de las esquinas más pintorescas de Jaén, desde la que se contempla la Catedral, la Fuente de la Merced y el Arco de San Lorenzo, un lugar que se convertirá a partir de ahora en parada obligada para las empresas de guías turísticos de la ciudad.