La fachada del Consistorial se suma a la petición realizada por la Asociación de afectados por este trastorno infradiagnosticado con diversas patologías y por la Oficina de Acnur en España para rendir homenaje a las personas desplazadas en el mundo por la violencia, la guerra y la persecución, que este año ha superado la cifra de 100 millones, impulsado por la guerra de Ucrania y otros mortíferos conflictos.
El Ayuntamiento de Jaén se suma esta noche, 17 de junio, a la iniciativa impulsada por la Asociación de afectados por el síndrome por deficiencia CDKL5 y se iluminará esa noche de verde para dar visibilidad a esta enfermedad rara, infradiagnosticada en España. Con este gesto, la fachada del Consistorio vendrá a llamar la atención sobre este trastorno que afecta al gen CDKL5, encargado de proporcionar las instrucciones para generar una proteína que es esencial para el desarrollo del cerebro y sus neuronas; por lo que una mutación o deleción de dicho gen provoca una producción errónea de la proteína, que se traduce en un funcionamiento alterado del cerebro con múltiples y diversas patologías. Según el colectivo, se estima que en nuestro país debe de haber unas 400 personas afectadas, pero solo hay 40 diagnosticados.
También la noche del domingo, 19 de junio, la fachada del Palacio Consistorial se iluminará en esa ocasión de azul por el Día Mundial del Refugiando, atendiendo a una petición realizada desde la Oficina en España de la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur). Con este gesto se quiere rendir homenaje a las personas desplazadas en el mundo por la violencia, la guerra y la persecución. Según Acnur, lamentablemente, este año, y por primera vez en la historia, el número de personas forzadas a huir de conflictos, violencia, violaciones a derechos humanos y persecución ha superado la impactante cifra de 100 millones, impulsado por la guerra en Ucrania y otros mortíferos conflictos.
Se trata de un gesto solidario al que se suman diferentes ciudades en todo el mundo y que ayuda a visibilizar la situación de los 100 millones de personas refugiadas, solicitantes de asilo y desplazadas internas, así como a rendir homenaje a quienes, con fortaleza y esperanza, superan enormes dificultades para rehacer sus vidas en los países que les acogen.