Incorpora la intervención transabdominal que reporta al paciente un postoperatorio más breve y menos doloroso, entre otras ventajas.
El Servicio de Neurocirugía del Hospital Universitario de Jaén ha incorporado la técnica de intervención de hernias de disco lumbares por vía transabdominal, que permite al cirujano acceder al disco para poner un injerto y conseguir la fusión del segmento vertebral a través de una incisión medial, por debajo del ombligo y por encima del pubis, que facilita llegar a la parte anterior de la columna lumbar.
La técnica ALIF (Anterior Lumbar Interbody Fusion) consiste en la fusión entre dos vértebras, que tienen disco intervertebral patológico, es decir, desgastado y que está provocando una movilidad anómala entre las dos vértebras y produciendo, como consecuencia, un dolor lumbar intratable con analgésicos o rehabilitación y fisioterapia.
Entre las ventajas de la ALIF, destaca que hace posible una mejor restauración de la altura del disco y conservar la lordosis lumbar (curvatura excesiva) mejor que en las técnicas por vía posterior. Además, la intervención es menos agresiva para la musculatura, permite una mayor tasa de fusión y menor pseudoartrosis, disminuye el dolor postoperatorio, reduce la pérdida sanguínea y evita posibles infecciones. Como consecuencia de ello, el paciente requiere de una estancia hospitalaria más breve.
Para su implantación, el jefe de Neurocirugía del Hospital de Jaén, Osamah El-rubaidi, ha contado con la colaboración de su homólogo en el Hospital General Universitario de Albacete, el doctor Juan Campos, junto con el equipo del servicio del centro jiennense. En palabras de El-rubaidi, “la puesta en marcha de esta técnica en el Hospital Universitario de Jaén se enmarca en la actualización e innovación de nuestro servicio en la infatigable búsqueda de los mejores resultados de salud para nuestros pacientes, facilitándoles el acceso a un tratamiento con múltiples ventajas”.
El dolor lumbar crónico, conocido como lumbalgia crónica, es una de las patologías más frecuentes a nivel mundial con mayor incidencia y prevalencia en los países desarrollados. Una de cada tres personas que vive con dolor lumbar asocia discapacidad y limitación de sus actividades laborales, sociales y de autocuidado y más del 80% de toda la población mundial experimenta dolor de espalda o cervical en algún momento de su vida, lo que constituye un gran impacto en la salud de la población por limitación de la calidad de vida.
Dentro de las guías de práctica clínica se describen varios escalones terapéuticos, como el uso de antiinflamatorios no esteroideos. Otros analgésicos genéricos y específicos contra el dolor nueropático son ampliamente utilizados como tratamientos de primera línea. Las medidas físicas como la rehabilitación y fisioterapia específica dirigidas a cuidar y conservar la anatomía de la columna resultan de gran trascendencia en el tratamiento de estos pacientes. Sin embargo, cuando estas medidas no consiguen eliminar el dolor, se plantea la indicación quirúrgica como alternativa.