VIGILIA AL PAPA EMÉRITO
Como cada miércoles, desde que comenzará el curso, los jóvenes de la Diócesis se han dado cita en la Catedral para celebrar la oración “Face to Face”. Una hora de adoración ante el Santísimo, en la que los jóvenes se encuentran, dan su testimonio de fe y se acercan al sacramento del perdón.
En esta ocasión, estaban invitados todos los fieles diocesanos y ha reunido alrededor de 300 personas y una decena de sacerdotes, en torno a la figura del Papa emérito, Benedicto XVI. Junto a la custodia, una imagen de Ratzinger presidía el presbiterio de la Catedral de la Asunción.
El Deán de las Catedrales, Francisco Juan Martínez Rojas, gran conocedor de la figura y del magisterio de Benedicto XVI, ha sido el encargado de hacer una reflexión sobre la figura del Papa que falleció el pasado 31 de enero.
Martínez Rojas comenzó su intervención recordando la homilía de Ratzinger en el funeral de San Juan Pablo II, que aplicó a su vida, «que ha sido seguir a Jesús, de manera sorprendente: como hijo, como estudiante, como profesora universidad, como arzobispo de Munich, como cardenal de curia y finalmente como Papa».
Del mismo modo, hacía referencia a su experiencia profunda del amor de Dios, «porque en el centro de su Teología está el amor como la única fuerza capaz de cambiar y revolucionar realmente el mundo y a las personas». Para continuar explicando que «a partir de esa experiencia del amor, se descubre que la fe no es algo abstracto, sino una relación de amistad y confianza, que es la que también ha marcado su vida».
Francisco Juan Martínez Rojas, también ha querido destacar que Benedicto XVI «ha trabajado por hacer posible que los hombres y mujeres de nuestro tiempo, abran su corazón a Cristo, haciendo un acto soberano de libertad y descubra, que Dios no es enemigo de la dignidad del hombre, sino su único garante».
Y finalmente, ha resaltado su renuncia como un gesto de servicio a la Iglesia «su espíritu de servicio que le ha llevado, incluso al gesto revolucionario de la renuncia al papado, en un gesto que todavía no somos capaces de calibrar en su alcance. La figura de Benedicto XVI crecerá con el tiempo y la iglesia continuará alimentándose de sus enseñanzas durante muchos siglos».
Después, han tomado la palabra los jóvenes ante el Santísimo, para poner ante Él sus preocupaciones, sus alegrías y sus incertidumbres. Un rato de recogimiento que han ido salpicando con palabras y reflexiones que el Papa emérito dedicó a los jóvenes durante su pontificado.
Para concluir, tomaba la palabra el Obispo de Jaén, Sebastián Chico Martínez, quien comenzó agradeciendo la acogida de esta vigilia en plenas Navidades. “Gracias por vuestra oración. A lo largo de estos días estamos contemplando las distintas teofanías, presentando a Jesucristo como el Salvador, el Mesías, el esperado… La mediación de Nochebuena fue un ángel, la de la epifanía será una estrella y en el bautismo, que celebraremos el próximo domingo, será el propio Dios, quien manifieste que Jesús es ‘mi hijo amado, escuchadle’»
En este sentido, el Prelado jiennense explicó que las teofanías nos invitan “a que miremos la figura de Benedicto XVI, un simple y humilde servidor de la viña del Señor, cuya centralidad de vida fue Cristo”.
A la vez, subrayó que su gran magisterio y legado de este Papa a la Iglesia es inconmensurable y “tendremos que tomar espacio para contemplar la grandeza que este Papa nos ha dejado”.
Para finalizar animó a los jóvenes a tomar al Papa Benedicto XVI “como un modelo y ser nosotros, también, un instrumento de Dios en el mundo. Seamos sencillos, humildes, pero seamos siempre instrumentos de Dios”.
Con la bendición con el Santísimo concluyó este intenso rato de oración y adoración.
El próximo lunes, 9 de enero, a las 19 horas, el Obispo Don Sebastián presidirá, junto al presbiterio diocesano, un funeral por el eterno descanso de Joseph Ratzinger.