JMJ LISBOA
Última jornada de los jiennenses en la JMJ de Lisboa. «La tarea no es sencilla y el camino no es fácil, pero con ánimo, alegría y esperanza todo es posible, es por eso que decidimos ponernos en camino para compartir la vida y el gozo de sabernos llamados cada uno por su nombre, independientemente de la cultura pero con un solo fin, seguirle al amor de los amores, a aquel que sufrió por nosotros».
Un día no muy sencillo en el cual hemos tenido que madrugar un poco más de lo normal para seguir con nuestro objetivo. Era una alegría ver por las calles y por los medios de transporte a tanto joven jienense que lo ha dejado todo para aventurarse ha esta hermosa experiencia. Llegamos al Campo do Graça y fue muy impresionante ver la multitud de jóvenes que encontrábamos por nuestro caminar con un mismo fin y sentir.
«Todos nos colocamos en el sector correspondiente y a pesar del calor y cansancio se intentó seguir con fuerza y ánimo. A las 20:00 hrs. Todos nos preparábamos para recibir al Santo Padre y así poder escuchar en él las palabras de Jesús».
Comenzó la vigilia y a pesar del cansancio y la fatiga por buscar comida, no se iban las esperanzas pues estábamos abiertos a todo lo que el Señor nos pudiera decir. Comenzamos con un testimonio de una chica de Mozambique, que nos relató su testimonio y vivencia del ataque de los terroristas a su aldea, y con una palabra en distintos idiomas se nos ha erizado la piel «RISE UP, LEVANTATE», letras que aparecieron iluminadas con drones.
El Papa Francisco nos recordó por qué María se levantó y se puso en camino para servir a su prima Isabel:
«María va porque ama, porque el que ama corre, vuela y se alegra.»
«La alegría es misionera, no es para uno, es para llevarla a los otros».
Todos tenemos personas que fueron un rayo de luz para nuestras vidas.
¿Encontramos rostros alegres? ¿Encontramos historias? ¿CÓMO PODEMOS CONVERTIRNOS EN RAICES DE ALEGRÍA? La alegría no está guardada bajo llave, la alegría hay que descubrirla en nuestro diario caminar con los demás.
Resaltó que no podemos andar por la vida como si los demás no necesitarán de nosotros, los demás necesitan de mí y mi misión es ayudarle a levantarse, porque:
El único momento que es lisicito de mirar una persona de arriba a bajo es para ayudar a levantarse.
Nos recordó que no hay ningún curso para caminar en la vida, porque en la vida se aprende y ese es el mejor entrenamiento para la vida.
El Santo padre terminó diciendonos que: «Solo hay una cosa gratis, el amor de Jesús, caminemos en esperanza, sin miedo. NO TENGAN MIEDO«.
Ante maravillosas palabras nos hemos quedado todos en silencio profundo para adorar a Jesús Eucaristía, al Rey de Reyes.
Terminamos con la bendición del Santísimo y con más ganas de compartir lo que en ese momento estábamos experimentado: Alegría, nostalgia, esperanza y mucha fuerza para poner en práctica todo lo que el Papa Francisco nos ha dicho.
Con GRAN nostalgia en el corazón porque este momento llega a su fin, nos preparamos para el descanso no sin antes compartir la música, baile y la alegría de los jóvenes jienenses.