Carácter único y singular de las Fiestas de los Toros Ensogados de Beas de Segura y Arroyo del Ojanco

493
TOROS ENSOGAOS

El presidente de la Diputación ha asistido a la celebración de estas fiestas, que tienen más de 500 años de historia y se llevan a cabo en torno a la festividad de San Marcos.

El presidente de la Diputación de Jaén, Paco Reyes, ha destacado el carácter único y singular de las Fiestas de los Toros Ensogados que se celebran en Beas de Segura y en Arroyo del Ojanco, en las que ha participado en la jornada de hoy, así como en distintos actos en honor a San Marcos. “Se trata de una fiesta única en la provincia de Jaén y son dos de los municipios más significativos en esta tradición”, ha apuntado, para recordar que incluso Beas de Segura acogerá el próximo mes de junio el 19º Congreso Nacional del Toro de Cuerda, en el que colaborará la Administración provincial.

Asimismo, Reyes, que ha estado acompañado por el diputado de Agricultura y Ganadería, Javier Perales, la diputada de Medio Ambiente y Lucha contra el Cambio Climático, Isabel Uceda, la diputada provincial Ana Belén Rescalvo y el alcalde de Beas de Segura, José Alberto Rodríguez, ha remarcado la importancia a nivel turístico de estas fiestas que “son un argumento más para venir a Beas de Segura y a Arroyo del Ojanco durante esta época del año”. Además, ha hecho hincapié en la repercusión social, económica y cultural de este evento no sólo en estas localidades, sino también en la provincia jiennense, que posee una importante tradición taurina.

Jaén es “la provincia de Andalucía donde más festejos taurinos populares se celebran y la segunda de esta comunidad donde hay mayor número de ganaderías de reses bravas”, ha recordado Reyes, por lo que, “además de una tradición y de una costumbre, de tratar a los toros con cuidado, que se hace en un festejo de estas características, también hay que tener en cuenta lo que el toro aporta a la economía y al empleo en esta provincia”, ha apuntado.

En estas Fiestas de los Toros Ensogados, que están declaradas de Interés Turístico Andaluz y cuentan con más de 500 años de historia, las reses bravas recorren las calles atadas por los cuernos con una sola soga de unos 25 metros  –que se utiliza para controlar las embestidas y evitar posibles cogidas– y adornadas también con collares de cascabeles y campanillas que avisan de su llegada, así como con aparejos y frontiles con telas bordadas en vivos colores.