El Centro Andaluz de Teleictus atiende a casi 7.500 pacientes desde su puesta en marcha en 2019

437

TELEICTUS

El sistema, implantado en 33 hospitales y centros hospitalarios de alta resolución, da cobertura al 99,9% de la población andaluza El Centro Andaluz de Teleictus (CATI) ha atendido a casi 7.500 pacientes desde su puesta en marcha en 2019 y la previsión para final de este año es que se alcancen los 8.250.

El número de pacientes atendidos ha ido aumentando exponencialmente en los últimos años, pasando de los 642 en 2019 a los 1.698 en 2023. Si bien, en el primer semestre de este año ya se han atendido a 1.164.
El ictus es una enfermedad tiempo dependiente que supone un problema de salud grave,
con gran impacto sociosanitario, por esto es fundamental que los pacientes puedan ser
atendidos en el menor tiempo posible desde que sufre el ictus. Antes de la implantación
del CATI, dada la dispersión geográfica de Andalucía, el 30% de la población estaba a
más de media hora de un centro donde pudieran aplicar el tratamiento y el 25% estaba a
más de una hora.
Desde julio de 2019, el CATI tiene una cobertura de tres millones de habitantes y al
implantar el sistema de Teleictus en hospitales y Hospitales de Alta Resolución (HAR)
seleccionados, el 99,9% de la población se ha beneficiado de un traslado a un centro a
menos de una hora de distancia donde se le puede administrar el tratamiento fibrinolítico
en caso de requerirlo.
En la actualidad, los centros CATI, centralizado en el Hospital Universitario Virgen
Macarena, son los HARE de Constantina, Écija, Utrera y Lebrija, el HAR de Morón y los
hospitales de Osuna y Bormujos, en la provincia de Sevilla; el hospital de Riotinto, en la
provincia de Huelva; los hospitales de Pozoblanco y Cabra, además de los HARE Valle
Guadiato, Montilla y Puente Genil, en la provincia de Córdoba; los hospitales de Andújar,
Linares y Úbeda y los HARE de Sierra Segura y de Alcalá la Real, en Jaén; los hospitales
de Baza y Motril y los HARE de Loja y Guadix, en Granada; los hospitales de Puerto
Real, La Línea y Algeciras y el HARE de Vejer, en Cádiz; los hospitales de Antequera,
Ronda, Costa del Sol y Axarquía, en Málaga, y los de Poniente y Huércal-Overa de
Almería.
De este modo, la comunidad autónoma ha pasado de tener 10 hospitales útiles para la
valoración del ictus agudo a disponer de 40 centros en los que se puede decidir el
tratamiento del paciente. Este tratamiento a tiempo repercute enormemente en la
disminución de las secuelas. En este sentido, la media de trombolisis intravenosa ha

aumentado un 142% (de 92 a 223) y la media de trombectomía mecánica un 244% (de
65 a 224). Las cifras de reperfusión de los pacientes llegan hasta el 30%, gracias a la
implantación de este sistema.
En los últimos años, además, se han creado varias unidades ictus, como las de los
hospitales de Córdoba, Almería, Jaén, Jerez, San Cecilio de Granada, Virgen de la
Victoria de Málaga o Juan Ramón Jiménez de Huelva. En la actualidad, se dispone de 12
unidades de ictus en Andalucía, que cuentan con un total de 68 camas.
La creación de estas unidades ha supuesto la reorganización o creación de nuevos
puestos laborales para neurólogos y otros profesionales implicados en esta asistencia,
como son enfermería, fisioterapia y medicina rehabilitadora. También los radiólogos de
urgencias realizan la interpretación de las pruebas de neuroimagen en sus guardias y los
neurorradiólogos intervencionistas realizan el tratamiento de la trombectomía en los seis
centros de referencia.
Algunos de los nodos, como el de Sevilla-Huelva en el Hospital Universitario Virgen del
Rocío se ha situado durante varios años como el centro español que más trombectomías
realiza al año, por encima de las 500.
Incidencia y tratamiento del ictus en Andalucía
En Andalucía, cada año 21.000 personas sufre un ictus. De hecho, el ictus es la primera
causa de muerte en España en mujeres y la segunda en hombres, así como la primera
causa de discapacidad física. La mejora atención en fase aguda a estos pacientes con la
mejor recuperación funcional y supervivencia contribuyen a que la prevalencia esté
subiendo de una forma muy importante en los últimos años. El envejecimiento de la
población y su mayor longevidad puede contribuir al alza de estos indicadores.
Existen dos tratamientos principales en la fase aguda del Ictus para lograr la reperfusión
que han demostrado reducir el riesgo de dependencia de los pacientes: la fibrinolisis
intravenosa (puede realizarse en cualquier hospital) y la trombectomía mecánica
(requiere un equipo de neurorradiología intervencionista especializado). Hace más de 10
años se comenzó a utilizar el tratamiento fibrinolítico, consiguiéndose una reducción
relativa de riesgo de muerte/dependencia del 11%. En 2015, se publicaron los primeros
ensayos clínicos favorables sobre tratamiento endovascular mediante trombectomía
mecánica, lo que ha permitido ampliar la ventana de tratamiento hasta las 24 horas, lo
que supone una reducción relativa de tiempo dependencia del 26%.
La guía de las sociedades científicas internacionales como AHA/ASA recomiendan la
implementación de una red de teleictus con sistemas para interpretar la imagen en
pacientes con ictus agudo. El Centro Andaluz de Teleictus aplica el modelo ‘Spoke and
hub’, por el que, cuando el paciente llega a un hospital remoto (HAR u Hospital Comarcal)
es valorado de forma remota por un neurólogo vascular. La exploración del paciente se
realiza por videollamada con la colaboración de los médicos de urgencias. Gracias al

sistema de radiología PACS, el neurólogo vascular puede valorar también las imágenes
de las pruebas complementarias. En función de la integración de esta información, se
logra decidir el tratamiento más adecuado para el paciente (si precisa fibrinolisis y/o
trombectomía) y si es necesario el traslado.
Pacientes atendidos por el CAIT por provincias
Por provincias, Sevilla es la que más casos ha registrado desde la puesta en marcha del
CATI en 2019, con un total de 1.889. En 2019, se produjeron 164 ictus que se trataron
gracias al Teleictus; en 2023, alcanzó la cifra de 386 pacientes. En el primer semestre de
2024, ya lleva contabilizados 269 casos.
En Almería se han atendido 1.280 pacientes a través del CATI desde 2019, pasando de
64 el primer año de la puesta en marcha a 348 en 2023. En el primer semestre de 2024
ya se han tratado 181. En Jaén, 1.104 pacientes se han beneficiado en total de la
asistencia que presta el CATI; si bien, el número de casos anuales ha sido constante: 171
en 2019 y 179 en 2023. Hasta junio de 2024, se han registrado 102 casos.
En Granada, el CATI ha atendido a 1.080 pacientes desde 2019, año en el que se
registraron 88 casos. En 2023 se atendieron 233 y en el primer semestre de este año ya
se ha producido 150 ictus. En Málaga, la cifra global es de 922 casos atendidos gracias al
CATI. En 2019, fueron 57 casos, pero en 2023 se alcanzaron 273. Entre enero y junio de
este año, se han registrado 209.
En Cádiz, se han atendido en total a 499 pacientes gracias al Teleictus, pasando de 42 en
2019 a 77 en 2023. Entre enero y junio de 2024, ya se han atendido 106. En Córdoba, se
atendieron 37 pacientes en 2019 y el año pasado se llegaron a 155. En el primer
semestre de 2024, ya se han atendido 116 casos, por lo que el total en la provincia en
estos más de cinco años es de 466.
Finalmente, en la provincia de Huelva, en 2019 se registraron 19 ictus, en 2023, 47 y
entre enero y junio de 2024 ya se han contabilizado 31. En total, 239 pacientes
onubenses fueron atendido gracias al CATI.
Proyecto ICONA
En Andalucía, el sistema para atender en la fase aguda a los 21.000 pacientes que cada
año sufren un ictus funciona gracias a la gran coordinación entre la asistencia
extrahospitalaria, las unidades de ictus, los nodos de trombectomía y el Centro Andaluz
del Teleictus. El reto actual es la prevención del ictus y conseguir una vuelta a casa de la
paciente planificada y en las mejores condiciones para lograr una excelente
reincorporación a la comunidad.
Precisamente, el proyecto ICONA (Ictus en Continuidad en Andalucía) pretende
protocolizar esta vuelta a casa y ha logrado identificar diversas áreas de mejora en la
fase subaguda del ictus. Este proyecto sitúa a Andalucía entre las primeras regiones en

Europa en abordar la fase subaguda de forma protocolizada e integral, que permitirá un
manejo homogéneo del ictus en fase subaguda en toda la comunidad.