CULTURA
El Archivo Histórico Provincial se suma a la celebración del Día de la Catedral con la exposición de un documento de 1649 firmado por el maestro mayor de las obras de la Catedral jiennense, Juan de Aranda Salazar, sobre López de Rojas. Un escrito que podrá ser consultado por el público hasta el próximo 18 de marzo.
José Ayala, delegado territorial de Turismo, Cultura y Deporte, ha participado en la presentación del destacado documento en el que, como ha explicado, “el maestro mayor de las obras se compromete a enseñar, por un tiempo de 4 años, el Arte de la Arquitectura a Eufrasio López de Rojas, quien sería, pasado un tiempo, el siguiente maestro mayor de obras y autor de la espléndida fachada principal del templo”. “Esta es una muestra más del compromiso de la Consejería de Cultura y Deporte con la conservación y la difusión de nuestra historia y nuestro patrimonio”, ha subrayado.
Acompañado por Francisco Juan Martínez Rojas, deán de la Catedral de Jaén, el delegado ha puesto en valor “el enorme potencial de este templo en el ámbito cultural de la provincia y de Andalucía, además de su papel religioso”. Un punto en el que Ayala ha recordado que el Día de la Catedral se erige como una fecha señalada para “canalizar actividades de estudio y difusión en torno al patrimonio que constituye la Catedral de Jaén, al edificio en sí mismo y a su historia”. Además, esta conmemoración tiene el objetivo de canalizar el homenaje de la sociedad jiennense hacia diferentes creadores y artistas que han tenido en la seo de la capital un referente de inspiración.
Junto a este documento, el Archivo Histórico Provincial de Jaén también expone el libro de actas de la Catedral de Jaén, gracias a la colaboración de la seo, en el que se autoriza el contrato a Juan de Aranda Salazar el 10 de marzo de 1634, así como el propio contrato, que se guarda en el archivo.
El Día de la Catedral se celebra cada 10 de marzo coincidiendo con la fecha en la que el Cabildo formaliza el contrato con el maestro mayor Andrés de Vandelvira, en 1553, momento que se considera como la ‘piedra angular’ del proceso constructivo del templo, que se prolongó durante varios siglos.